Las redes están llenas de artículos que hablan sobre la asertividad, de cómo decir no y no sentirse culpable. Los cursos de formación del mundo empresarial tienen en cuenta este aspecto. Ser asertivo es una clave a desarrollar para todas aquellas personas que sufren violencia de cualquier tipo. Hablan de la asertividad como una estrategia, una herramienta poderosa para ser tomado en serio, para conseguir nuestros objetivos, para que los demás nos respeten. Hoy quiero dar un giro a este concepto y verlo desde otra perspectiva.
Índice
¿Qué es la asertividad?
La asertividad es el modo natural en el que se expresa el alma, ella no necesita artilugios, palabras rebuscadas, estrategias y grandes elocuencias. Se comunica con sencillez, claridad y autoridad y, por lo tanto, refleja su naturaleza, su ser. La manifestación de uno mismo no puede estar cohibida por normas, por la sociedad o por otras personas.
¿Cuándo no estás siendo asertivo?
Si sientes que no puedes expresar tus sentimientos libremente, suprimes tus deseos u opiniones, no estás siendo tú mismo en ese momento. Te has creado numerosos personajes y uno de ellos ha tomado el control.
En esos momentos debes preguntarte: ¿Para qué lo hago? ¿A qué tengo miedo? Porque si has dejado de responder con honestidad a lo que sucede o a lo que dicen es un indicio claro de que algo no anda bien y es una señal inequívoca de que no estás siendo asertivo.
¿Cuándo no ser asertivo y no morir en el intento?
En ocasiones, no responder con honestidad o no expresar lo que se quiere realmente, es una estrategia para librarse de un asunto que asusta, que no se quiere atajar en ese momento. Y eso está bien, siempre que ese sea el motivo, incluso, es inteligente. Perder el tiempo en discusiones y largas explicaciones no llevan muy lejos. Esto, claro está, siempre que dentro de ti sepas la verdad, que no te mueva emocionalmente.
Incluso podríamos decir que es una manera de demostrar que eres humilde. Que no necesitas convencer a la otra persona, ella tiene su propia opinión y es libre de decir lo que quiere. Y si tratas deliberadamente de no afirmarte, respetas a la otra persona. Esto no significa que se salga con la suya y tú tampoco con la tuya, al fin y al cabo cada uno tiene su verdad.
La otra persona puede pensar que es superior a ti, que es más inteligente, pero eso es su problema y a ti no te ayuda, así que no debe preocuparte. Si forma parte de su aprendizaje, ya lo aprenderá. Lo que forma parte de ti y puedes observar es si ese modo de comportarse o de hablarte te remueve por dentro.
Me siento mal, no siendo asertivo
Si te sientes mal porque crees que no eres asertivo, entonces es hora de comprobar por qué te sientes así. Puede que seas más vulnerable a ciertas personas, ciertas acciones, decisiones, declaraciones. También puede depender de cómo o qué te diga una persona. Las mismas declaraciones o el mismo comportamiento viniendo de otra persona podrían no intimidarte. Pero esta persona en concreto te hace encoger de hombros o te pone triste, quejumbroso, enojado, tímido o avergonzado y cada vez es más difícil permanecer asertivo.
¿Se trata de mí o de la otra persona?
Verifica si lo que dice tiene que ver contigo o con la otra persona. A veces, uno ataca a otros porque algo dentro de él no funciona y eso nada tiene que ver contigo, existen diversos motivos por los que puede actuar de ese modo.
¿Cuáles son los motivos por los que puede atacarte una persona?
- Por pura simpleza. Así de sencillo, no hay más explicación posible, ni siquiera piensa o decide nada, lo hace sin más, no es consciente de sus palabras o acciones, ni de cómo repercuten en los demás.
- Tiene una información errónea de los hechos.
- Desconoce la totalidad de la información, los hechos reales y eso hace que su actitud se base en fragmentos de información.
- Ataca porque tiene un interés oculto, con su ataque obtiene un beneficio, influencias, ¿quién sabe?.
Y en el caso de que tenga que ver contigo: Muy bien, LO RECONOZCO, y lo decido cambiar, de ahora en adelante. Gracias por desvelarme esta verdad.
¿Qué puedo decir y hacer ante los ataques?
Si el ataque emocional no tienen nada que ver contigo, sino con los miedos o prejuicios de la otra persona, puedes expresarte, por ejemplo, de la siguiente manera: «Entiendo lo que piensas de mí. Siento que tengas esta opinión respecto a mí.«
Con respuestas como esta le dejas claro que le has escuchado, que has tomado nota de su opinión y que estás en desacuerdo. Mantienes firme que tu opinión es otra, es decir, te posicionas, pones límites, no dejas que sus palabras te desubiquen y te hagan olvidar dónde estás.
En estos casos sobra un exceso de palabras, las excusas o las justificaciones, ya que este tipo de acciones harán el efecto contrario, generarán más indefensión. Sin darte cuenta, puede ocurrir el efecto contrario y acabar reforzando las críticas y poniendo en sus manos munición para que te siga atacando.
¿Cómo puedes ser asertivo y estar en armonía contigo mismo?
Lo primero sería observarte a ti mismo, cómo responde tu cuerpo y tu mente ante los ataques, chantajes emocionales o exigencias de los demás. De nada sirve seguir un manual con respuestas aprendidas si no miras más allá. Por un lado, es complicado plantarle cara a alguien cuando dentro de ti no sientes esa fuerza interior para enfrentarte a su contraataque, que casi seguro, lo habrá.
¿Cómo puedo salir ileso de una situación de ataque?
Sí, sé lo que estás pensando, en algún momento tienes que enfrentarte, es lo que dice todo el mundo, pero mejor estar preparado. ¿Cómo? Trabajando en aquello que descubres al observarte, indagar en ello. Ir más allá del ataque del otro, que, como indicamos anteriormente, a veces es algo que va contigo y otras veces no. Ese trabajo personal será la llave que no solo abrirá la puerta de la asertividad, sino de muchas más que ahora ni imaginas. Porque en lo más profundo, sin duda, tiene que ver con tu esencia, con la libre expresión de tu alma. Cuando estás en armonía con tu alma, las situaciones pueden resolverse de forma natural. Así, puedes crecer emocionalmente, mirar el mundo con ojos nuevos y evolucionar.
Si estás en armonía con tu alma, las situaciones pueden resolverse de forma natural.
Hay un libro que considero una lectura muy recomendable y que estoy segura de que podrá ayudarte en el proceso. Se titula Un mundo nuevo ahora y está escrito por Eckart Tolle