Un proceso de coaching lo entiendo como un camino. La distancia que existe entre quién estás siendo y quién quieres ser. Porque, independientemente de cuál sea el objetivo de tu proceso, lo que cambiará indudablemente para conseguirlo, serás tú. Por ello, empezar un proceso de coaching, es emprender un viaje de cambios internos. Un viaje dentro de ese laberinto que cada uno de nosotros vemos y sentimos de manera diferente y especial.
Índice
¿Para qué sirve un proceso de coaching?
Si hubiese que enumerar para qué sirve un proceso de coaching, la lista sería infinita, ya que puede realizarse para diversos objetivos. Aquí te dejo algunos de los más comunes.
- Aumentar la autoestima.
- Ascender en el trabajo, conseguir un mejor empleo o ingresos.
- Conseguir pareja o romper una relación.
- Mejorar tus habilidades sociales o la relación con una persona en concreto.
- Superar un duelo.
- Crear tu marca personal o mejorarla.
- Emprender tu propio negocio o mejorar las ventas.
- Gestionar el dolor, la rabia, la ira, la envidia, la timidez
- Definir prioridades.
- Superar el miedo al cambio.
- Cambiar hábitos.
¿En qué puede ayudarte un proceso de coaching?
Existen diversas maneras, y recorridos diferentes para conseguir las metas que uno se marca. Todos están bien, si es lo que necesitamos y nos ayuda en ese momento. Un proceso de coaching es un método más, pero que ayuda sobre todo a que:
- La distancia que has de recorrer hasta conseguir tu objetivo sea más corta y eficaz.
- A que establezcas prioridades.
- A descubrir si el objetivo es deseable y de no serlo cuál es el objetivo real que oculta.
- Te ayuda a aumentar la conciencia.
- Un proceso de coaching invita y empuja amablemente a que te posiciones en el papel de ser el protagonista de tu vida.
- Pondrá de manifiesto al saboteador interior que todos llevamos dentro y te ayudará a conciliar con él.
- Sacará a la luz tus habilidades y las potenciará.
- Fortalecerá la conexión contigo mismo y te aportará una mayor consciencia de ti y de tu entorno.
¿Por qué es importante tener un objetivo en un proceso de coaching?
En un proceso de coaching es primordial tener un objetivo claro, ya que, emprender un proceso sin este aspecto es como dar vueltas en una rueda de hámster. O montarse en el coche desde Valencia y no tener claro si ir a Teruel o a Cuenca. ¿Tomas una dirección u otra? Bueno, no importa, voy a hacer camino. Como vives en Moncada, la primera salida que encuentras es la A7. Pero, ¡mira!, ahí arriba pone que va a Alicante. Piensas. Bueno, también podría ir a Alicante. Pero al llegar ahí te viene el primer recuerdo, si yo quería ir a Cuenca o a Teruel para ver la sierra. Está bien, voy a pillar la carretera de nuevo destino a Cuenca que desde aquí me pilla mejor que Teruel.
¡Vale! Sí, al final llegas a Cuenca, pero, ¿Cuánta gasolina consumiste para este destino? ¿Cuánto tiempo? ¿Cuántos km a tus espaldas? Imagino que te suena esto de lo que te hablo, como es evidente, llevado a un asunto más transcendental e importante en tu vida. Por ello, tener un objetivo nos ayuda a, siguiendo con la metáfora de tu viaje, planificar la ruta y el equipaje necesario para el mismo.
¿Cuál es mi función como coach?
Mi función como coach es ayudarte a definir tu objetivo y revisar contigo la mochila de la que dispones para emprender el viaje dentro del laberinto. Dejaré que seas tú quien decida con qué llenarla. Miraré el mismo mapa que tú. Te invitaré a realizar paradas para asegurarte de que estás realizando el camino adecuado y que el destino sigue siendo deseable. Si hay obstáculos que te desvían del objetivo, te proporcionaré la escalera y me subiré contigo para que puedas avistar desde lo alto, con perspectiva.
En definitiva, la función de un coach es acompañarte en cada paso. Facilitar herramientas eficaces y formularte preguntas elevadas que te ayuden a trazar un plan de acción claro, específico y con fechas para su consecución. Para que puedas alcanzar tu meta o como en la película La leyenda de Wagger Vance encuentres tu mejor juego