La sal negra es un ingrediente esencial dentro de los rituales de la magia blanca. Su poder para la purificación y protección es bien conocido por brujas, druidas, magos, sacerdotisas o chamanes. Por ello, hoy quiero contarte más sobre este poderoso ingrediente que también recibe el nombre de sal de brujas. Compartiré contigo cómo preparo la mía y detallaré algunas de las maneras en las que puedes utilizarla.
Índice
IMPORTANTE: La sal negra de la que hablo en este artículo NO es comestible, no confundir con la sal negra alimenticia, conocida también como sal Kala Namak procedente de la India.
¿Para qué sirve la sal negra?
La sal ocupa un lugar importante en la historia de la humanidad. A ella se le asocia con la fecundidad, la salud, la protección, la pureza, la lealtad, el poder o la riqueza, entre otros muchos beneficios. Por ello, es lógico que un ingrediente con tan altas virtudes acabe siendo un ingrediente esencial para los rituales de magia blanca.
Eliminar las energías de envidia, miedo o dolor con la sal negra
A lo largo de los días interrelacionamos con muchas personas de nuestro entorno y aunque no queramos, es fácil contaminarse de la densidad de la energía negativa de las personas y sitios que transitamos. Para sentirnos más livianos y parar nuestra mente, existe el ejercicio de las 20 conectadas que nos servirá de gran ayuda. Una vez calmada la mente, para eliminar esa densidad, cansancio o negatividad que podemos haber acumulado en nuestro cuerpo energético y que, a veces, puede conducirnos incluso a la pulsión de muerte, podemos utilizar la sal negra.
Poner media cucharadita de tamaño café en la bañera y darnos un baño. Si no disponemos de bañera, pon la misma cantidad en una botella llena de agua y rocíate con ella el cuerpo completo, incluida la cabeza. Posteriormente, en ambos casos, enjuaga con agua limpia, ya que como sabes, la sal negra contiene ceniza.
Nuestras mascotas también pueden acabar enfermando a causa de esta densidad, por lo que recomiendo hacerles un baño para limpiar toda esa densidad. Los perros, por ejemplo, toman, como prueba de amor, nuestras enfermedades. Ellos son seres muy energéticos y con la sal negra limpiamos su cuerpo energético y lo fortalecemos.
Protección de casas y negocios
Puedes poner unos granos de sal negra en las esquinas de la casa o negocio, también debajo del felpudo de la entrada. De ese modo proteges tu hogar de visitas indeseables, personas envidiosas o con energía negativa. Las personas con esa energía se sentirán incómodas y pronto se marcharán, o sencillamente, no entrarán. Puedes de igual modo ponerlo en tu vehículo. Y recitar el Padre Nuestro o cualquier otra oración mientras realizas este ritual, o simplemente, estar enfocado en lo que quieres que ocurra, que en este caso es que proteja dicho espacio.
Protección en espacios abiertos
La sal negra puede ser usada de igual modo en un espacio abierto como un jardín, un porche, un huerto. Para ello, puedes poner unos granos en los límites del terreno, aunque no haya paredes. Esparcir sal negra al aire dibujando con ella una cruz. También sirve para proteger los cultivos
Consagrar altares o amuletos
Cuando queremos consagrar un altar podemos poner unos granos de sal negra o un pequeño recipiente. Igualmente, para limpiar o cargar amuletos podemos ponerlos una noche de luna llena en ese mismo altar. Si no queremos hacer un altar, servirá con ponerle unos granos encima o colocar el amuleto sobre la sal una noche de luna llena.
Reutilizar la sal negra
Una vez que hemos realizado alguno de los rituales en los que la sal no ha sido diluida en agua, como poner la sal negra en el altar, utilizarla para cargar o limpiar amuletos, para proteger nuestra casa. Podemos reutilizar, en un día de luna nueva, esa misma sal para limpiar la casa.
Echamos la sal en el cubo de la fregona y desde la habitación más alejada de la puerta de la calle hacia la calle, limpiamos el suelo, por supuesto, posteriormente limpiamos de nuevo con agua limpia y colocamos unos granos nuevos en las esquinas.
Receta sal negra consagrada con Registros Akáshicos
Preparar la sal de brujas es algo muy sencillo que cualquiera puede hacer sin mayor complicación. Para ello apenas se necesitan unas hierbas aromáticas, un mortero o molinillo, fuego, un recipiente y sal.
Pero en este artículo os contaré cómo preparo mi propia sal negra consagrada con Registros Akáshicos. Ya que, me parece hermoso el ritual, la energía que se pone en el proceso y la consciencia de lo que uno está haciendo y para qué lo hace. En mi caso la sal negra está ritualizada para hacer el bien, cualquier uso distinto a ello, no funcionará.
Comienzo cada uno de estos pasos, que suceden a lo largo de 15 días, con los Registros Akáshicos abiertos:
- En primavera, recolecto plantas aromáticas de mi propio jardín: Tomillo, Ruda, hierbaluisa, laurel, salvia, Lippia nodiflora, sándalo, lavanda y romero. Lo hago un día soleado y seco, entre la luna creciente y luna llena, porque en ese momento los nutrientes de la planta están más concentrados y conservan su mayor poder. La mejor hora para recolectar las plantas aromáticas es al medio día, evitando el momento de mayor calor, de ese modo, la humedad del posible rocío de la noche se habrá secado.
- Hago varios ramos, las envuelvo en papel de cocina o de periódico, los cuelgo y dejo secar.
- En luna nueva quemo las plantas hasta reducirlas a polvo.
- Mezclo pimienta negra y clavo con la ceniza. Y me sirvo de un mortero de madera para efectuar bien la integración de los ingredientes.
- Añado, la sal gruesa y remuevo para que la sal gruesa se mezcle con la ceniza y se convierte en sal negra.
- Realizo un ritual para agradecer, bendecir y solicitar que esta sal negra solo funcione para hacer el bien, que ayude en las limpiezas y protecciones en las que sea utilizada.
- Empaqueto la sal negra ritualizada en bolsitas o frasquitos de cristal independientes y ya están listas para ser utilizadas.